Blogia
Pastillas para no soñar

Otros

Marchando una de Eurocopa y camisetas con ketchup

Terminó la Eurocopa para España. Sí, los jugadores ya están de vacaciones (Olééé). Ibiza les espera (la mayoría van allí...salvo los que prefieren un turismo más cultural, ejem, ejem)
Menos mal que éramos favoritos...Y digo yo: "¿Favoritos para qué?" Aaaaaahhhh para irnos pronto a casa. Si no fuera porque me quedé dormida en todos los partidos de la Selección, pensaría que estaba viendo jugar al Athletic, porque esa falta de acierto con el balón...Típica rojiblanca. Tanto criticar, pero estamos en UEFA (¿Cuánto durarán?). Se hacen apuestas. Yo creo que no pasarán de la primera ronda pero, como me gusta mucho rectificar, ¡¡¡espero equivocarme!!! Y la camiseta...¡qué decir de la camiseta! He oído de todo, que si parecen manchas de ketchup, de sangre, que dónde van así, blablabla...A mi ni me gusta ni me disgusta. Dicen que hay que verla al natural, frente a frente, para después opinar...Ya la veré. Urzay (que no Urzaiz) estará contento. Todos hablamos de él. La mayoría lo hace para mal pero qué más da. Que hablen, que hablen, dirá él.
Yo hay una cosa que no entiendo...¿Por qué el equipo tiene que jugar con una camiseta tan diferente en la UEFA? ¿El Athletic no es conocido, aparte de por su filosofía, por su camiseta de rayas verticales rojas y blancas? Y la pregunta más importante, ¿Por qué el señor presidente (Ugartetxe vayáse) y la directiva encargan un proyecto así cuando no se cansan de repetir que no hay dinero? No hay dinero para lo que a ellos les da la gana, porque sí lo hay para hacer comidas, cenas, renovar a gente que no juega nunca (Y, claro, cómo van a poner pegas los que no juegan si les ofrecen un contrato por estar sentados en el banquillo y/o la grada -Papá, quiero ser futbolista-). Tiene en contra a buena parte de la afición y a la plantilla, pero ahí está riéndose de los que no le queremos, dispuesto a terminar mandato. Yo, con sus mas y sus menos, prefería a Uria (Q.E.P.D.).
Volviendo a la Selección. ¿Dimitirá Sáez? ¿La Federación, después de renovarle, le mandará a la calle? ¡¡Siempre echan la culpa al mismo!! Él plantea el once a sacar y elige los cambios, de acuerdo, pero los que fallan son los que están jugando. Que les echen a ellos también. Todos a la calle. Uy qué pena, un sueldo menos, chicos.
En fin, como dijo Torres "en los Mundiales los jóvenes tendrán dos años más de experiencia". ¿Los jóvenes tendrán? ¿Y tú que tienes 30 años o es que llevas cinco en la Selección y ya tienes suficiente experiencia?. Aaaayyy Santi, digo Torres, sigue ensayando y algún día marcarás en un partido oficial porque la Eurocopa, con extensiones o rapado, no ha sido para ti. (Y no tengo nada en contra suya, me gusta mucho).

P.D. Valverdeeeee que el Getafe quiere a Arriiiii. Nooooo, es nuestroooo tesorooo y tiene que jugar!!!!

Pasos de cebra (09/06/04)

Son muchas las situaciones que me incomodan, pero hay una que puede llegar a sobrepasarme. Los pasos de cebra. Sí, esas rayas blancas que se pintan en la carretera para dar prioridad al viandante cuando quiere cruzar la calle. Tú llegas a uno de ellos, algunos con semáforo incluido y otros sin él. Una vez has encontrado un hueco entre la gente que espera para cruzar, descubres que has ido a colocarte justo al lado de tu ex (!!). Y no un ex cualquiera, no, te has puesto al lado del más gilipollas. Cambiarse es demasiado descarado, así que sacas pecho, subes la cabeza hasta parecer una jirafa, y miras para todos los lados posibles, menos hacia donde está él. Te fijas en el obrero sin camiseta, moreno y sudoroso; en el bebé de la señora de tu izquierda; en el monte; en la cuesta por donde la mayoría de los días ese chico que te encanta sube a las 14.40; en todos los coches que pasan (Parece la autopista en hora punta, ¡qué barbaridad!); en el conductor al que ves buscando entradas para la sesión golfa en el interior de su nariz...Después de semejante panorama, miras de reojo al Gilipollas y, aprovechando que parece estar haciendo lo mismo que hacías tú segundos antes, le observas (disimuladamente) para comprobar si ha cambiado en algo y, de repente...¡¡¡Zas!!! Vuestras miradas se cruzan y, al intentar disimular, vuelven a cruzarse. ¿Y tú qué haces? Lanzas una mirada llena de odio al semáforo porque, aunque pueda parecer que esto ha ocurrido en una hora, solamente han hecho falta alrededor de dos minutos insoportables e interminables. Tras unos segundos, el muñequito se pone verde, cruzas y medio minuto más tarde llegas a la parada del autobús. En ese tiempo a él le han llamado por teléfono y, cuando tú te paras en la marquesina, él, que viene detrás, sigue caminando dirección al parque. Como pasa al lado tuyo, oyes la conversación. Parece que alguien le está amenazando con pegarle. ("¡No lo pienses y hazlo!", dice tu voz interior). Él, todo chulo, le dice que no tiene huevos, y tú deseas que esa persona los tenga mientras piensas en qué es lo que habrá hecho para que le digan eso. Tu ex se pierde calle abajo y el autobús llega, no sin antes ver al chico moreno con su bolsa de deporte. Nada más verle, empiezas a ponerte tan roja que los de Aquí hay tomate te ficharían para sustituir a ese tomate logotipo del programa. Tú no le conoces de ná pero, mientras le dices a tu amiga "Ahí está, mírale qué guapo" piensas "Si esto me sucede sólo con verle, el día que le conozca (Porque le conocerás), ¿Qué me va a pasar?" y tu amiga, como si supiese lo que piensas, te dice "El día que hables con él creo que al lado tendrá que haber una UVI móvil". Qué gracia que tiene la niña, ozú, pero cuánta razón, Dios mío. Aunque yo me conformo con que me haga el boca a boca.

Recordando lo irrecordable (08/05/04)

Me robaste tantos besos como hace un año prometí no darte. Caminamos por aquel parque al que tantas veces escapé; nos sentamos en el mismo banco en el que tantas otras me senté a pensar en ti; y desde el estanque observamos la ventana del salón de tu casa, la misma desde la que, entre besos y abrazos, dos años antes me explicabas la historia de ese parque que ahora era testigo de una promesa que rompí.
En una fría tarde de mayo, con la lluvia cayendo sobre nosotros, rememoramos el día en que nos conocimos, cuando yo no era más que una quinceañera que huía con sus amigas de unos chicos demasiado pesados y tú un veintiañero con camisa y vaqueros. Recordé tu entrada en aquel bar, cuando riéndome las dije "Este chico es para mi". Y así fue. Pero tú fuiste quien dio el primer paso, no yo. Pocos minutos después, entre risas y pícaras miradas, salíamos de aquel local sin rumbo fijo, pero con un objetivo marcado.
De aquello ya hace casi tres años y en este tiempo han pasado demasiadas cosas. Yo ya no soy la niña de las coletitas, esa misma a la que volvías loca, con la que podías jugar a tu antojo, no. Ahora, en ese parque, soy yo la que marca el ritmo, la que establece las reglas de un juego que manejo según me conviene. Ya no me estremezco con tus abrazos, mi piel se muestra impasible a tus besos, mi mente piensa en otra persona mientras estoy contigo.
Y tú, que ahora me pides lo que antes no quisiste, no me digas que me quieres, no me digas que sientes lo que pasó porque, al igual que cuando nos conocimos, tus palabras se las sigue llevando el viento. Es lo único que no ha cambiado y que nunca cambiará